7 Maneras en las que la Meditación Puede Salvar tu Vida
Foto por Eddie Van W
Traducido por Roberto González Lazo directamente de Tiny Buddha
¿Por qué hay más personas que consumen alcohol que personas que meditan? ¿Por qué más personas comen comida rápida que hacer ejercicio? Fumar es una causa principal de muertes en México, así como lo son una dieta pobre y el uso del alcohol, así que ¿por qué amamos todo lo que es malo para nosotros y nos alejamos de cosas que nos hacen bien?
Quizás es porque no nos queremos tanto. Una vez que el ciclo de auto disgusto comienza, entonces toma una gran cantidad de determinación y esfuerzo hacer cambios. Y la mente es un sirviente perfecto, ya que hará todo lo que se le pida, pero es un maestro terrible ya que falla en ayudarnos a ayudarnos.
Lo cual puede ser incluso más difícil cuando nuestra mente es como un mono loco, brincando de un pensamiento o drama al otro, sin permitirnos tiempo para estar callados, en paz y tranquilos.
Pero la meditación puede salvar nuestra vida! Esto puede sonar descabellado, pero la meditación es una manera directa de cortar a través de la mente de mono caótica que está constantemente haciendo excusas y apoyando nuestra neurosis. Es así de fundamental. Y no obstante muchas personas le prestan poca atención. Beber alcohol puede matar y la meditación puede salvar, y no obstante hay muchas más personas que beben.
Siete maneras en las que la meditación puede salvar tu vida
1. Relajate
Se sabe que el estrés es causante del 70 al 90% de las enfermedades, y que el tiempo en silencio es el remedio más efectivo para una mente ocupado y sobre saturada. En un estado estresado, es fácil perder el contacto con la paz interna, la compasión y la amabilidad; en un estado relajado, la mente se aclara y nos conectamos con un sentido más profundo de propósito y altruismo. Tu respiración es tu mejor amiga. Cada vez que sientas el estrés elevándose, el corazón cerrándose, la mente abrumándose, solo concéntrate en tu respiración y repite mentalmente: Respirando, calmo el cuerpo y la mente, exhalando, sonrío.
2. Libera la ira y el miedo
La ira puede conducir al odio y la violencia. Si no aceptamos nuestros pensamientos negativos es probable que los reprimamos y los repudiemos, y cuando los negamos pueden causar pena, depresión y furia. La meditación nos permite ver como el egoísmo, la aversión y la ignorancia crea dramas sin fin y miedos. Puede que no cure todo, no va a hacer que todas tus dificultades se vayan o repentinamente transformar tus debilidades en fortalezas, pero si nos permite liberar actitudes de centrarnos en nosotros mismos y de ira y generar una felicidad interna profunda. Esto puede ser muy liberador.
3. Genera apreciación
Una falta de apreciación fácilmente nos conduce al abuso y la explotación. Así que comienza tomándote un momento solamente para apreciar cosas que das por hecho, como la silla en la que estás sentado. Considera como fue hecha la silla: la madera, algodón, otras fibras, árboles que fueron usados, la tierra que creció los árboles, el sol y la lluvia, las personas que prepararon los materiales, la fábrica en la que fue construida la silla. El diseñador y el carpintero y la tienda que la vendió - todo esto para que pudieras estar sentado aquí, ahora. Después extiende la apreciación a cada parte de ti, y después a todos y todo en tu vida. Por esto, estoy agradecido.
4. Desarrolla amabilidad y compasión
Cada vez que sientas o veas sufrimiento, ya sea en ti mismo o en otra persona, cada vez que cometas un error o digas algo estúpido y estás a punto de menospreciarte, cada vez que pienses en alguien con quien estás teniendo dificultades, cada vez que veas a alguien luchando, molesto o irritado, solamente detente y trae amabilidad y compasión. Respirando gentilmente, repite en silencio: Que estés bien, que seas feliz, que te llenes de amabilidad y amor.
5. Practica no hacer daño
Simplemente a través de la intención de causar menos dolor podemos traer una mayor dignidad a nuestro mundo, para que el daño sea reemplazado con no daño y la falta de respeto con el respeto. Ignorar los sentimientos de alguien, afirmar nuestro desamparo, no gustarnos nuestra apariencia, o vernos como incompetentes o sin valor son todas causas de daño personal. A cuanto resentimiento, culpa, o pena nos estamos apegando y así perpetuando dicho daño? La meditación nos permite transformar esto a través de reconocer nuestra bondad esencial así como lo preciado de la vida.
6. Comparte y cuida
Sin compartir y cuidar vivimos en un mundo aislado, desconectado y solitario. Tomamos la meditación "fuera del cojín" y la ponemos en acción mientras nos volvemos más profundamente conscientes de nuestra conexión con todos los seres. De ser centrados en nosotros mismos, nos volvemos a ser centrados en los demás, preocupados en el bienestar de todos. Después alcanzar más allá de nosotros mismos se vuelve una expresión espontánea de generosidad genuina vista en nuestra capacidad de soltar conflictos o perdonar errores, en nuestro deseo de ayudar a aquellos en necesidad. No estamos solos aquí, todos caminamos en la misma tierra y respiramos el mismo aire, entre más participemos, más estamos conectados y satisfechos.
7. Se con lo es
La misma naturaleza de la vida incluye el cambio y el deseo sin cumplir y el anhelar que las cosas sean diferentes a lo que son, todo eso trae descontento e insatisfacción. Casi todo lo que hacemos es lograr algo: si hacemos esto, entonces lograremos aquello, si no hacemos esto, entonces aquello sucederá. Pero en la meditación lo hacemos solo por hacerlo. No hay propósito más allá que estar aquí, en el momento presente, sin tratar de llegar a ningún lugar ni lograr nada. Sin juicio, sin bueno ni malo, simplemente estar conscientes.
La meditación nos permite ver claramente, a presenciar nuestros pensamientos y comportamientos y a reducir nuestro auto involucramiento. Sin dicha práctica de auto reflexión, no hay manera de frenar las demandas del ego. Salir de la mente conceptual, sin embargo, no significa entrar a la nada o a ningún lugar; no significa que no hay conexión con la realidad del mundo. En lugar de eso, es entrar a la sanidad, y más importante, a una mayor conexión. Entonces ya no tenemos necesidad de dañarnos a nosotros mismos.