Adicto a la Velocidad
Cómo mantenemos la concentración en la era eléctrica e instantánea en la que vivimos? Susan Piver habla de la tormenta de información a la que nos enfrentamos día con día, y como un simple ejercicio de meditación puede ayudar a aliviar el estrés de la sobrecarga de estímulos.
Susan Piver es la autora bestseller del New York Times de The Hard Questions, el libro ganador de premios How Not to Be Afraid of Your Own Life y The Wisdom of a Broken Heart
¿Este eres tu?
Checas tu e-mail obsesivamente a lo largo del día con una mezcla de esperanza y preocupación .
Entras en pánico cuando estás atorado esperando y no tienes tu teléfono, un libro, música, algo.
La idea de conducir a trabajar en silencio te hace sentir ansioso.
Cuando en la mañana solamente tienes 30 nuevos e-mails en lugar de los 50 reglamentarios, luchas con sentimientos de depresión y derrota.
Una reunión en tu día se cancela en el último minuto y tu primer pensamiento es "con qué puedo llenar este espacio?"
El tiempo sin algo que hacer es una fuente de estrés en lugar de placer.
Estás convencido de que la idea de tomarte tiempo libre es de hecho imposible.
Lograr tareas no te llena de satisfacción, en lugar de eso, te sientes más estresado por lo que falta por hacer.
Tienes una sensación recurrente que algo está yendo horriblemente mal, y es tu culpa.
Cuando estás a punto de checar tu e-mail, experimentas un momento de preocupación.
Bueno, ese soy yo, estoy en una batalla constante con la velocidad y la ansiedad - claro que sí, la mera velocidad de la vida moderna no es fácil, pero es la velocidad de mi propia mente la cual es devastadora. Me lleva aceleradamente del pensamiento al miedo, a la idea a la duda, a la posibilidad al juicio, todo eso mientras trato de absorber estímulos sin fin de todas las pantallas a las cuales estoy expuesta: TV, smartphone, Computadora, y así sucesivamente. No soy buena en medir todo eso en bocados masticables.
Para poder soportar todo eso, (incluso solo para bloquearlo) toma una cantidad extraordinaria de energía mental, la cual, si no es recuperada, crea una pérdida profunda. La velocidad, tanto como trato de decirme que me calmaré mañana, solo produce más velocidad y a su malvada gemela, la ansiedad .
Muchas personas que conozco piensan que tienen Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad, y que esta es la razón por la cual no pueden detenerse de hacer piruetas desde el e-mail, al recado, a escribir encargos, a la siesta, a la película, al e-mail, a la llamada telefónica, al e-mail, a quedar exhausta. Honestamente, no pienso que el Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad sea al cual echarle la culpa de la inhabilidad para sostener la atención en una tarea a la vez. La estoy etiquetando en lugar como: Trastorno de Locura por Empacho de Estímulos.
ESTAMOS BOMBARDEADOS POR INFORMACIÓN Y TAREAS. NO SE ESPERA QUE NADIE LO MANEJE - sin drogas, y/o promesas de un futuro sin tantos estímulos. El problema, y este es uno grande, es que en lugar de intentar establecer un equilibrio entre los estímulos y el descanso de los estímulos, nos volvemos adictos a los estímulos. Por qué?, no sé. Simplemente sucede. Ve la lista de arriba.
¿Así que, qué hacer? El número de estímulos en el ambiente no va a disminuir, podemos estar seguros de ello. No hay ningún lugar donde esconderse y de hecho el esfuerzo por protegerte a ti mismo de tanto estímulo es también exhaustivo. Citar a la sensibilidad e insistir que el mundo retroceda de ti es poco práctico y no te llevará muy lejos. No estoy diciendo que no deberías ser cuidadoso acerca de los entretenimientos y estímulos a los cuales te expones, sino que cada uno de nosotros necesita hacerse responsable por la paz y totalidad y estado de nuestras mentes. No es la culpa del internet por la cual me siento abrumado.
En lugar de agregar "cultivar paz y quietud" a tu lista de cosas por hacer, podrías tomarte tiempo todos los días para relajar tu mente y conectarte con la espaciosidad y la quietud - sin agenda. Esta es la clave. La meditación llamada "La Práctica de la Tranquilidad" es exactamente esto. Cuando la practicas regularmente tu mente se refresca, y cuando se refresca, es fuerte, creativa, y flexible. Aquí está la instrucción y te sugiero que la intentes todos los días, por así decirlo, una semana. No más. No digas "voy a hacer esto para siempre". Al final de la semana, re-evalúa. Solo chécala con una mente abierta y entonces ve como te sientes.
Si no lo intentas, avísame que pasa, subidas y bajadas todo el trayecto. Y recuerda: lo opuesto a velocidad no es necesariamente paz. Es gozo.